Si manejar cuando está lloviendo se vuelve caótico y peligroso en un automóvil, imaginémonos sobre dos ruedas. Es así que los motociclistas deben tomar muchas más precauciones con el piso mojado. Sin embargo, tengamos siempre presente que conducir con el asfalto mojado siempre es más peligroso y que lo mejor, de ser posible, es dejar la moto guardada.

Inspecciona tu motocicleta

Siempre hay que tener la moto a punto. Sabemos la importancia de traer excelentes frenos con un buenas balatas al igual que los discos en perfecto estado.

Fíjate siempre en el estado y la presión de los neumáticos ya que son el único punto de contacto entre la moto y la carretera. Para aportar una mayor seguridad al manejo sobre superficies mojadas, es fundamental incrementar un poco la presión de los neumáticos. Deben tener un dibujo que permita evacuar la mayor cantidad de agua y nunca hay que escatimar en el costo y caducidad de los neumáticos ya que con gomas deficientes combinadas con la lluvia no funcionan nada bien.

Las suspensiones y las luces tanto delanteras como traseras son otros elementos que deben estar en perfectas condiciones. Es de vital importancia que no haya escurrimientos de fluidos, tanto de aceite del motor como de frenos y suspensión, además por el correcto funcionamiento de la moto por que con el agua se incrementa el riesgo de deslizarse sobre el pavimento.

Estate siempre preparado y prevén las lluvias, lleva la vestimenta apropiada

En temporal de lluvias lo mejor es seguir el pronóstico del tiempo para evadir el clima adverso y así evitar los peligros de la lluvia y el tráfico ocasionado por la misma. En esta época lleva además de la ropa adecuada un buen conjunto impermeable. No te olvides también cubrir el cuello y otras partes vitales.

Visibilidad al máximo

Hay que vestir con ropa lo más clara y llamativa posible, tanto casco, como chaqueta, impermeable y  pantalones e incluso si es posible las botas y los guantes; tienen que tener elementos reflectantes para que no haya duda que los demás nos vean o utilizar un chaleco reflectante. 

También tenemos que considerar el vaho que puede aparecer tanto en nuestros retrovisores al entrar en un túnel como en nuestro propio casco. Podemos tratarlos con líquidos de limpieza o aerosoles con anticondensación. 

Comprobar que las luces delanteras, traseras y de freno funcionen correctamente para poder utilizarlas cuando está muy nublado y para que otros conductores estén alerta de tus movimientos. Agregar luces con códigos ámbar es una buena opción.

Modera tu manejo

Hay que manejar más suavemente y mantener siempre una amplia distancia de seguridad con el vehículo que circula adelante. Olvida frenar o acelerar de forma brusca, ya que sobre el asfalto mojado es muy fácil perder el control de la rueda trasera y la tracción al frenar. Cuando conducimos con lluvia o zonas de charcos, debemos utilizar más el freno trasero que el delantero ya que si frenamos solo con el segundo es más fácil que la rueda se bloquee y podamos irnos al suelo. 

No olvidemos también que cuando se mojan los frenos se genera una capa de agua entre la pinza de freno y el disco lo que puede provocar que la detención no sea tan efectiva. Por eso, hay que procurar bombear el freno de vez en cuando para evitar que se vaya formando esta lámina.

Atento al camino, cuidado con las trampas que hay en el suelo

Los balizamientos en el camino y los desagües son los principales enemigos durante la lluvia. Líneas blancas pintadas, los pasos de peatones, las hojas y ramas caídas, las alcantarillas y las rejillas, estate atento a ellos y evítalos. Cualquier motociclista experimentado directamente no los pisa y huye de ellos casi de forma inconsciente.

En los semáforos hay más zonas que debemos evitar, algunos coches cuando se paran sueltan aceite al asfalto. Por eso, debemos ser conscientes de que cerca de los semáforos puede haber este líquido en el centro de los carriles. Intentemos no pisarlo pasando por uno de los lados, no directamente por el centro.

Circular a la defensiva

Siempre tenemos que conducir nuestra moto como si fuésemos invisibles para los demás. Es decir, no hay que fiarse de ninguna maniobra que hagan los otros conductores. 

Y cuando conducimos con lluvia debemos guardar todavía más distancia de seguridad que si lo hiciésemos en un día soleado. No solo porque nos dará más tiempo para reaccionar ante un imprevisto y frenar, sino también porque así evitamos que los demás vehículos nos empapen al pasar por los charcos.

La Posición de la Moto lo más vertical posible

En esos casos de poca adherencia, necesitamos la mayor superficie de contacto de nuestros neumáticos con el suelo. Por eso, debemos ir despacio para así inclinar lo menos posible nuestra moto. Lo más recomendable es que vayamos a una velocidad más reducida de lo que haríamos con una carretera seca y no forzar el agarre para así evitar derrapar.

Utiliza tu cuerpo, si se aproxima una curva, además de reducir considerablemente la velocidad, también es muy importante mantener el cuerpo hacia el interior de la misma para que la motocicleta esté lo más recta posible.

Evita pasar por los charcos

Evita los echarcamientos en la medida de lo posible. Ocultan los peligros que no sabemos que hay en el piso: puede haber baches, rejillas, alcantarillas o incluso huecos más grandes que las ruedas de nuestra moto.

Si hay que pasar, hay que hacerlo con la moto lo más vertical posible para que el agarre del neumático sea el mejor. En medio de un charco no debemos frenar ni tampoco acelerar. Lo mejor es mantener constante la velocidad hasta que pasemos la complicación. De esta forma, aunque haya pérdida de adherencia evitaremos que la motocicleta se desestabilice.

Botón de Whatsapp